soñar contigo

Hace ya muchos días que casi sin querer sueño contigo. Me marcaste cuando te vi por primera vez en Febrero y la primera vez que me miraste a los ojos y sonreíste me rompiste los esquemas. Cada segundo que he pasado escuchándote, conversando, se ha ido convirtiendo en una especie de tesoro para guardar, para no olvidar. Y el inconsciente a veces es muy divertido... así que casi sin darme cuenta te has ido convirtiendo en personaje recurrente de mis sueños.

Recuerdo la primera vez, jugando un partido de futbol y echándonos unas risas, como si fuéramos amigos desde niños... luego recuerdo cuando fuimos a la boda de mis primos y apareciste en traje, de un gris precioso, con una corbata lila y una sonrisa en los labios. Recuerdo lo bien que te quedaba y lo mucho que me hiciste reír, y como después me dijiste: 'Acaso no está bastante claro lo que siento por ti?' Aquello sonaba a gloria aunque fuera simplemente un sueño. Fue la primera vez que me diste un abrazo y me besaste en la frente, miré tus ojos y cuando respiré hondo para acercarme a ti sonó el despertador. Después otro día  simplemente caminábamos por Barcelona, dando una vuelta, como dos enamorados charlando, y me sentía completa al estar contigo. Paseos, miradas, sonrisas, abrazos... hasta hoy.

Hoy éramos pareja, todos lo sabían, y estábamos en un campo de fútbol, haciendo el idiota, para variar. Supongo que me agarro a eso porque creo que es lo único que nos une. Y yo quería vacilarte tirando una falta desde lejos, una de esas que siempre se me han dado bien, pero al estar en una pista de asfalto me resbalaban las bambas y pedía unas botas de tacos. Tú me las traías sonriendo, como retándome, y yo me las ponía mientras estiraba los calcetines y ataba los cordones. Tú te acercabas a darme un beso y yo te hacía la cobra y te besaba en la mejilla, así que ponías cara de enfadado mientras te reías. Nos hacíamos tonterías hasta que al final nos quedábamos mirando y me decías ¿vas a besarme o no? Así que yo cerraba los ojos haciéndome la fuerte y te decía, ahí estoy, haz lo que quieras y tú me dabas un beso en la frente, pero entonces bajabas y sentía tu respiración frente a mí, y el corazón me latía tan rápido... dejaba de respirar, sentía tus labios acercándose y, me rozaban suavemente, dulces, como he imaginado siempre, y cuando yo movía mis labios para apresar los tuyos te alejabas sonríendo y decías no te embales que estoy esperando a que me marques ese gol yo te miraba indignada, pero me reía. Me dabas un beso fuerte en la mejilla y me mirabas a los ojos... y iba a robarte un buen beso, uno de verdad, cuando mi madre ha abierto la puerta diciéndome que era hora de levantarse.

Siempre te me escapas... y a cada día deseándolo es peor.