toque de solitaria

La verdad es que a veces van bien este tipo de momentos.. el otro día tener unos minutos en Badalona, ante el mar, la verdad es que me fue muy bien. Reconozco que soy una persona muy complicada, y necesito sentirme querida y respaldada por la gente que quiero, pero necesito mucho espacio para mí, sobretodo en los malos momentos. Cuando tengo un mal día normalmente tengo ganas de soltar muchas cosas y de despotricar, o sino, pongo cara de pocos amigos, malas contestaciones y deseo de salir huyendo y olvidarme del mundo. Por eso mismo en muchas ocasiones prefiero callarme y alejarme de todo, para no hacer o decir cosas de las que luego me arrepiento, aunque eso en ocasiones no es posible.

Por una parte, reflexionar tanto es peor, bastantes rollos tengo yo por sí sola, como para darme tiempo para profundizar en ellos, pero lo necesito, y en ocasiones lo hago demasiado poco. Si de vez en cuando tomara las riendas de mi vida y me acercara al Tibidabo o al mar, que son mis dos lugares preferidos, creo que estaría mejor. Quizá a llorar, quizá a replantearme las cosas, quizá a sopesar diferentes opciones... pero esos momentos de soledad y de tranquilidad, simplemente viendo el mar, o una vista, o dando un paseo largo son necesarios. Con mi carácter si no me diera momentos de pausa acabaría explotando sólo de los momentos de rabia, contradicciones, decepciones, ocasiones perdidas...

En el fondo de mi alma, tengo cierto toque de solitaria.