Cómo

Mi vida entera ha cambiado. Los días, las noches, el grupo de amigos, la familia... ha habido cambios en todas las facetas de mi pequeño mundo, variaciones, novedades. Pero eso no importa, es lógico, necesario, imparable. Lo que sí importa son los cambios que ha habido en mi persona, en mi cabeza, mis pensamientos, sueños e ideas. Las razones que los han motivado, los problemas que han creado y los caminos que se crean en base a mis decisiones. He cambiado, ahora no soy la misma que hace un año y seguramente tampoco la misma dentro de un año. Con el paso de los días no es sólo el tiempo el que avanza, no son sólo los números los que corren, también mi alma madura, se rompe, evoluciona o se estanca, aprende, sonríe o, incluso a veces, cree morir para siempre. Ahora... nada es lo mismo, aunque todo sigue demasiado igual como para ser diferente. ¿Qué hago? Supongo que todo lo que siempre he tenido claro, ahora se desmorona por momentos y eso es lo que me da tanto miedo, además la vida me está pasando factura y hay demasiados fantasmas que viven a mi costa, llenándome de dudas. Estoy desconcertada y asustada, tengo miedo, frustración y verdadero terror a quedarme sola, a no encontrar mi camino ni mi sitio... miedo al fracaso, al futuro y, sobretodo, tengo miedo al amor, a mi vida con él y sin él, a no ser feliz, pero sobretodo: a no vivir. Tengo miedo, mucho miedo.