[El mundo acabó por ser un mundo de muertos en vida, seres superficiales, codiciosos, deambulantes, que sin razón ni pensamiento caminaban sin rumbo fijo esperando el momento en que su corazón dejase de latir. Las pocas almas aún fuertes perseguían unos ideales que querían mostrar al mundo, devolviendo a los hombres la razón, el pensamiento, los sueños, las ideas... y con ello los sentimientos y en un término global: devolviéndoles la vida; pero no era suficiente, el ansia material y la soberbia llevó a unos y otros a desarrollar las armas más letales que conocían y a matarse mutuamente por una supremacía que sólo conseguiría aniquilar al género humano. Aquellos que sobrevivieron, quedaron marcados para siempre y nunca volvieron a hablar, algunos ni siquiera pensaban y las máquinas, sin competencia alguna, progresaron, evolucionaron y acabaron por controlar un mundo en que los hombres pasaron a ser sólo una arma energética o un cuerpo vivo de cierto interés. Los pocos humanos aún vivos en cuerpo y alma, acabaron por perecer en una lucha que habían perdido antes de ganar y el último rastro de razón y sueños que quedó en su planeta llamado tierra fueron esas palabras, atribuidas a una joven de 17 años, que se encontraron en un diario en las ruinas de una ciudad europea. El hombre, que durante milenios pobló el conocido planeta azul, acabó autodestruyéndose, el ansia de poder y la codicia acabaron con él, no hubo un mañana para ellos.]
sábado, 23 de julio de 2011
Sofia, I
"Todo ha cambiado? No. Sólo yo he cambiado y sólo yo sé dónde empezó todo y por qué, cómo, para qué. Sé que sólo hay una respuesta y sé que nadie puede dármela, la única que la conoce soy yo, aunque sea reacia a pensar en todo esto. Me estoy convirtiendo en algo que siempre he odiado, en algo que siempre critico, algo indeseable, extraño. Sucumbo a mis propios miedos, a los prejuicios que tantas veces he recalcado con rabia. Caigo al abismo en el que nunca creí perecer y parece que no hay vuelta atrás, que todo aquello que siempre evité me está llevando, que pase lo que pase no voy a poder escapar de un destino que me apresa, que me llama a gritos y me arrastra sin demora. Estoy perdiendo todos y cada uno de los rasgos que me caracterizaban, de los que me enorgullecía y volviéndome una más, un clon de tantos, una marioneta más del circo... creo que mi alma está pereciendo ante mi cuerpo, la era de la superficialidad está consiguiendo un cuerpo más, un súbdito más. Sólo fue una sonrisa, sólo fue una milésima, pero fue suficiente. Lo peor es que no lo recordaré, cuando sea un borrego más de la sociedad no recordaré esto, ni lo mucho que luché, ni las lágrimas que derramé, ni mis victorias trabajadas... seré otro muñeco más, otra vida más sin sentido, sin rumbo. Recordadme, recordadme como fui antaño, en mi momento, en la cumbre... y olvidad que sucumbí, que me perdistéis, que ganaron... seguid luchando por un mundo real, por el mañana. No penséis en mí, no penséis en qué me sucederá, en qué me harán... yo, como soy, con mi razón y sentimiento, muero hoy. No tengáis pena por mí, hasta aquí llegó mi sueño, perecí, pero fui feliz. Luchad, no os rindáis, luchad por siempre."
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1 comentario:
Me gustó.
Creo que todos (aunque sea de vez en cuando) criticamos el sistema, la cultura, como quieran llamarlo. Incluso algunos hacemos el esfuerzo de no ser arrastrados por la corriente. Sin embargo, como la protagonista de la historia, en un punto de nuestras vidas nos sentimos tentados (y a la vez culpables) a dejar de resistirnos, ya sea por la crítica de los que nos rodean, por el constante bombardeo de los medios de comunicación repetido por miles de voces anónimas, o bien, por el temor a estar locos.
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