
Febril, ardiente, nerviosa, necesitada... hace tantos días que no estás, tantos días que no vienes. No soporto tu ausencia, me está matando no tenerte aquí, a mi lado, sentirme mujer en tus brazos, no estremecerme con tus miradas, con tus caricias. Necesito tus besos, tus abrazos, tus sonrisas... ¿por qué no estás? La cama se me hace eterna, está helada, es enorme, vacía. Y es aún peor despertarse y no tenerte al lado, no poder ir a buscarte a la cocina o a la terraza, porque no estás, el piso está vacío, me parece que no es mi casa si tu no la llenas. Te extraño tanto. Oír tu voz me tranquiliza, pero entonces ansío más tu cuerpo, tus manos, tu pecho... y sobretodo tus palabras, tus susurros en mi oído, tus sonrisas y todo aquello que me dices para hacerme rabiar, para avergonzarme... ¡pero no me importa! Ven, por favor. ¡Enfádate, discutamos, grita si quieres, pero vuelve! ¡Por favor! Los segundos se me hacen eternos si no estás conmigo. Las noches parecen infiernos, la casa huele a ti y no estás, no estás. Me faltas, me faltas muchísimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario