domingo, 28 de agosto de 2011

absurdos sentimientos

Apenas si te acabas de ir y ya te echo de menos, aunque supongo que al estar acostumbrada a tenerte tan lejos hace que me resulte más fácil aprender a decirte adiós cada vez que nos vemos. La distancia es más protagonista de lo que quisiera, pero no hay mucho que hacer para remediarlo. A veces incluso doy gracias que sea algo esporádico en mi vida, porque creo que si te tuviera demasiado cerca acabaría por enamorarme de ti y eso no sería bueno para ninguno de los dos. Somos amigos, sólo amigos, creo leerlo en cada frase que me dices y a cada momento, pero eso no quiere decir que a veces medio sonría como a escondidas pensando en el absurdo "y si". No, "y si" no existe para nosotros y es mejor así, complicar las cosas sólo acabaría por hacernos daño. Es lo que hay y es lo que quiero, amistad, cariño y risas, nada más, absolutamente nada. No importa lo mucho que te echo de menos a diario o las sonrisas absurdas que tengo cada vez que veo tu número en la pantalla de mi móvil o un mensaje en mi correo, no quiero pensar en lo triste que me siento cada vez que te veo marchar o en las malditas lágrimas que llevan molestándome toda la mañana, justo des del momento en que cerré la puerta de mi casa y todo me pareció demasiado vacío sin ti. No te quiero y no quiero darme la oportunidad de pensarlo, no quiero ni plantearlo, sé lo que ahora siento y no quiero que siga, no quiero seguir con esto. Es un cariño especial, el que tienes por alguien que te complementa, pero nada más, absolutamente nada más. Tú allí, yo aquí, distanciados, amigos por teléfono, emails y visitas cada mucho, para echarte de menos pero no quererte de más. ¿Por qué es tan asquerosamente complicado? ¿Por qué cada vez que te tengo cerca más de 24h siento la irremediable sensación de que eres para mí? Absurdo, ¿verdad? Incoherente. Al menos me queda la tranquilidad de saber que siempre te vas, que con los días consigo olvidar esa tonta sonrisa que me nubla el pensamiento cada vez que te abrazo y me miras con esos preciosos ojos sonriendo, a veces te odio por eso. Odio que me hagas reír, que me entiendas, que sonrías, que me llames y que me digas que te importo, sería tan asquerosamente fácil si no fueras tan... así. ¿Por qué me hace esto? No quiero quererte, no pienso quererte, no voy a enamorarme tontamente de ti. Es sólo pasajero, sólo un sentimiento avivado porque te veo muy de vez en cuando y te echo de menos, ¿verdad? Tiene que ser eso, porque no te quiero, no me gustas de esa manera, no es así. Odio esto, odio sentir cosas cada vez que estás cerca, odio llorar cada vez que te vas y estar horas intentando descifrar mis verdaderos sentimientos, totalmente absurdos cuando estoy contigo. Ojalá no fueras así, ojalá fuera tan fácil como con cualquier otro, una amistad tranquila y sin complicaciones. Algo normal, algo que no me hiciera dudar cada vez que está cerca... algo simple, aunque ambos sabemos que ninguno de los dos es simple y que yo soy la misma idiota de siempre. Te quiero mucho, pero no quiero enamorarme de ti, no puedo...

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