K I L O S '

Casi desde que nací, puedo decir que siempre he estado peleando con la báscula. No importa mi edad o mi régimen, siempre igual, desde que tengo uso de razón ha sido así. Al principio eran retos, ponía de mi parte, cambiaba mis hábitos, tomaba pastillas, dejaba de comer alimentos, comía más de una cosa o menos de otra, pero siempre daba igual. Ninguna dieta servía, ningún régimen, y a cada paso me sentía más frustrada más cabreada. ¡Joder! Tenía 16 años y estaba cansada de que me llamaran mentirosa y me hicieran sentir una mierda, sinceramente como mejor que muchas de mis amigas y aún así, ¡daba igual! Yo siempre era la que tenía sobrepeso. Es una mierda. Pero bueno, supongo que con los años y casi de manera inconsciente me fui acostumbrando a eso, a ser la gorda, como imagen mía, como algo propio que siempre estaría ahí. Sabía perfectamente que era un lastre psicológico y que las cosas no iban bien, siempre he sido muy insegura en este tema y me costaba horrores hablar de ello, así que decidí tomármelo a coña y casi siempre hacía bromas y comentarios hirientes sobre mí misma para desviar la atención. Asumí que mi físico sería algo con lo que tendría que lidiar el resto de mi vida, un punto negativo que tendría que sortear con otras cosas, aunque muy en el fondo siempre pensara que los demás me iban a considerar en menos valía por eso. Absurdo, quizás, pero siempre lo he creído. Tener un padre como el mío tampoco ha ayudado mucho, y mi madre, aunque haya sido de otra manera, siempre aduciendo a mi salud tampoco me ha transmitido mucha tranquilidad respecto al tema. Adelgazar, adelgazar, adelgazar...

Creo que al final la báscula pasó a ser uno de mis monstruos, pensé en tantas cosas, en verdaderas gilipolleces, pero siempre acababa por reaccionar de forma racional y mentalizarme de que soy algo más que un montón de kilos y que bueno, tampoco está tan mal. No soy atractiva, lo sé, pero bueno tengo muchos amigos y una familia estupenda, y sigo rezando para que alguna vez alguien se fije más allá de los kilos y vea una chica romántica, loca y comprometida que puede ser la mujer de su vida. Pánico, verdadero pánico es lo que sentía por no encontrar a esa persona... ¿quién pensaría eso de la segura y alegre Neus? Pues sí... tras mi humor, risas y seguridad, hay mucho, quizá mucho más de lo que yo misma creí...

Y ahora... una nueva dieta, nuevos cánones, nuevas reglas... esta vez lo empecé por ella, mi madre ya era casi insoportable, sé que se preocupa, pero a veces me colapsa. Y bueno, ¿qué decir? ¿Ilusionada? Quizás, me he hecho ilusiones tantas veces de cómo sería si realmente consiguiera adelgazar y perder este lastre, que si no funciona, sólo será un batacazo más, y total sólo van 50... así que, ¿qué voy a perder? Al menos podré decir que lo intenté. Sé que nunca seré como "ellas", y que menos kilos no me harán valer más, pero todos sabemos que en este mundo superficial más vale ser apuesto físicamente que tener mucho talento, por desgracia.

En un mes han caído 7 kilos, que yo no consigo diferenciar, mi madre está encantada y mi vida sigue igual que siempre... luchando día a día por seguir adelante con todos mis fantasmas y miedos. Poco a poco, paso a paso, a vivir el momento.