sábado, 29 de septiembre de 2012

No importa

Hay días en los que te levantas y te das cuenta de que tienes frentes abiertos en todos los flancos de tu vida. No importa si estás en casa, en la universidad, con tus amigos más cercanos, en los conocidos e incluso en tu blog. Parece que todo lo que haces o dices esté siendo revisado, inspeccionado, criticado... pues nada, cerremos la boquita y sigamos sonríendo como si no pasara nada. ¿Qué más da? ¿A quién le importa?
Hablo mucho y en muchas ocasiones no digo nada, o mejor, aunque diga algo aquello no cambia nada, ni importa, ni afecta, ni queda... entonces, ¿para qué? En demasiadas ocasiones estás en medio, en tierra de nadie, entre dos flancos en que ninguno de los te quieren, porque no formas parte de ninguno de ellos. En los peores casos estás sencillamente enfrente, eres la oposición, el contrario, el enemigo. Y por mucho que creas en tus ideales y pensamientos, es agotador. Es agotador vivir siempre a contracorriente, a expensas de todo aquello que digan, piensan, critican... todo el mundo tiene derecho a opinar sobre tu vida, sobre tus actos, sobre tus decisiones... pero no importa, nunca importa.

Y hoy no tengo ganas, ni ánimo, ni estómago para más. Hay cosas buenas, maravillosas y agradables que están en mi vida y que me hacen feliz; y cosas que después de muchas veces acaban por cansarte, por deprimirte, colmar tu paciencia, tu ánimo y tus ganas. Estoy harta de mi supuesta personalidad, de mis supuestos defectos, de mis jodidas mierdas... soy como soy, como todos, y ya. Si no te gusta, no me mires, ni me sigas, ni me hables... no habrá gente en el mundo para tener que aguantarme a mí. Lo que está claro, es que yo no voy a cambiar, ni por ti ni por nadie. No lo intentes, no sucederá. O lo tomas, o lo dejas, pero se acabó de tanta tontería.

martes, 18 de septiembre de 2012

RM 3 - 2 MCity



Real Madrid 3 - 2 Manchester City

Esto es la Champions, simple y llanamente. Un partido de locura, con muchos goles, muchas ocasiones -especialmente blancas-, una remontada épica, personajes importantes, grandes paradones... la verdad es que he sufrido, como buena merengue, pero tenía fe en mi equipo :)

Hala Madrid!

jueves, 13 de septiembre de 2012

El 'amore'

Bueno, pues, aquí estoy de nuevo, abriendo mi corazón a este mundo virtual. ¿Quién me iba a decir que casi acabaría por reemplazar mi querido diario por esta página? La verdad es que no me lo hubiera imaginado nunca... pero mira, pasó. Apenas nadie lee lo que escribo, y los que lo hacen, no me conocen y a veces encuentran cierta ayuda en mis palabras o cierta similitud, y eso me hace bien. Lo he pasado mal, en muchas cosas, y la vida me ha dado oportunidades para mejorar y golpes para hundirme, pero aquí estoy.

Hoy, vuelvo a este sitio a seguir con mi difícil vida "amorosa". Durante demasiado tiempo estuve estancada en una persona que no me hizo ningún bien, y ahora que se cayó la venda y veo de nuevo, la verdad es que las cosas también son complicadas. ¿Por qué? Pues porque no tengo seguridad, estoy llena de miedos, de ansiedad, ideales... tengo pánico a caer de nuevo, pánico a sufrir y así las cosas nunca van a ir bien. Él forma parte de mi pasado, y la vida me ha llevado a conocer a otra persona, que aunque no sé cómo ni cuándo me está empezando a volver loca. Supongo que todo empezó como una tontería, era un chico guapo, atractivo, "compatible" conmigo, mayor -tiene 25, tampoco es que me saque 20 años-... y no sé, era como la broma de ligarse a un chico "potente". Pero las cosas fueron cambiando con los días, y ahora, sonrío cada vez que le veo como una idiota, le echo de menos, pienso en él a menudo... sólo quiero conocerle, tener la oportunidad de saber cómo es, qué le gusta, qué le hace feliz... pero me da pánico hacer algo, decir algo. No sé, tengo la casi absoluta certeza de que si existe en mí algún tipo de sentimiento que está naciendo, éste no aparecerá por su parte y no quiero pisar un terreno que se hundirá a mis pies. ¿qué narices podría ofrecerle yo a alguien como él? Por dios, pero si es el tipo de chico que hace que las chicas se giren por la calle! Sólo hace falta ver la mirada y las contestaciones de mi familia y amigos para saber lo que realmente piensan. Todos eluden el comentario y dejan el tema, porque qué, qué me van a decir, que es un sueño imposible y que él no se va a fijar en mí? Tranquilos, casi lo tengo asumido, soy consciente de ello, aunque me iría bien quizá que alguien tuviera narices a decírmelo. Pero no... a todos nos gusta jugar a la sociedad buena en la que no importa el físico, y los valores del interior son los que cuentan. Vamos... puedo leer en cualquiera que pensáis que estoy aspirando a "demasiado", y bueno, quizá lo sé, quizá lo tengo claro, pero me sigue haciendo sonreír pensar que ojalá él fuera la excepción y ojalá pensara que yo tengo algo interesante que ofrecer a alguien. Ojalá alguien encontrara mágica mi sonrisa, o inocente mi manera de ser, o gracioso cuando me pongo nerviosa y me pongo a hablar como una loca. Ojalá alguien viera más allá de lo que "se supone" que soy, para darme una oportunidad de demostrar lo que realmente tengo.

Ojalá me dejaras un minuto para decirte lo feliz que me hace mirarte a los ojos y verte sonreír. Ojalá tuviera el valor para decirte que querría estar ahí contigo, para lo que necesites, para reír y para llorar, para escucharte, para alegrarte. Ojalá vieras algo en mí que quizá ni siquiera yo veo. Ojalá y esto no fuera una mera historia de sueños, y pudiera vivirla contigo'

martes, 11 de septiembre de 2012

Arte Contemporáneo

Simplemente, una pequeña reflexión con la que seguro, muchos, no están de acuerdo.

Por cosas de la vida he tenido que estudiar arte tanto en el Bachiller como en la carrera, y por desgracia, el único arte que he tenido que "aprender" en todas las veces ha sido el arte nuevo, contemporáneo. Debo decir que me gusta la pincelada nueva de Cézanne, de Manet, de Monet... y que el fauvismo, simbolismo y expresionismo alemán, sobretodo de Franz Marc, me gustan. Además de Much y su 'grito', que me provoca una sonrisa cada vez que lo veo.


Uno de mis cuadros preferidos en el mundo es La noche estrellada de Van Gogh, la verdad es que no sé por qué, pero lo encuentro muy mío, me hace sentir como en casa. No obstante, la mayoría de vanguardias y sus referentes casi que me ponen enferma. He tenido que leer y estudiar esto en muchas ocasiones, des del punto de vista teórico, con personas como Ortega y Gasset que hablan del nuevo arte; des de un punto de vista teórico plástico, con la explicación de cada movimiento; y des de un punto de vista plástico como aprendizaje de obras y más obras, complementadas por época y biografía del autor. Lo siento, la verdad, sigo sin encontrarle la pizca de gracia.



En general, lo que más me molesta es que quieran compararme estas novedades con la pintura y el arte de toda la vida. Querer meter en el mismo saco un Rafael o un Velázquez con un Miró o un Rothko me parece abominable. Lo siento mucho, pero con algunas de mis amigas, siempre decimos que "Arte es aquello que yo no puedo hacer en mi casa con un pincel y un lienzo", y lo siento mucho, pero pintar un cuadro de azul y poner una gota negra en una esquina lo sé hacer yo con los ojos cerrados. No hablemos ya de los cuadrados enormes de Rothko; las ambolias mentales de Pollock o los maravillosos fondos cuadriculados de Mondrian, al que dentro de lo que cabe, puedo ver.

El arte por el arte. Hacer que no veamos que hay en el cuadro, sino el cuadro como elemento en sí mismo. Revolucionar la noción de arte y su cultura; reivindicando la obra como único protagonista, dejar de ser una fotografía o representación del mundo, para ser algo en sí mismo.


Lo siento, pero no entiendo ni me interesa aprender esta percepción del arte. Considero que a base de unos pocos se ha glorificado a otros, y se habla de cosas que nadie entiende. En general no creo que nadie encuentre sentido a los cuadros de Miró a Tapies, no son como los de Dalí que muchos son interesantes por la de cosas oníricas que suponen. No, estamos hablando de rallas, rayajos y puntos puestos por doquier. Luego los hay, como Ortega, que te dicen que el arte nuevo es culto, y es por ello que la peble ignorante no lo entiende, que por eso no le gusta. Entonces entras en estado de risa histérica, y dices, cualquier niño o persona 100% ignorante encuentra arte y belleza en la capilla sixtina o en el david de miguel angel. Poco importa si sabe explicar algo, pero lo encuentra bello. Entonces, ¿realmente hay que tener una cultura para entenderlo o es que es un arte que nadie entiende porque no tiene una razón lógica?


Yo me decanto por lo segundo, a un a riesgo de saber que voy a contracorriente. Considero que el arte como tal murió con todas estas novedades fantasmagóricas que olvidan el "algo" que tiene la pintura renacentista o el barroco, para centrarse en figuras geometricas sin sentido o en líneas porque sí. Antonio López es contemporáneo, o Alyssa Monks, y ellos sí saben hacer cuadros. Han evolucionado, ya no pintan religión o mitología, pero siguen emocionando con sus obras, al menos a mí me emocionan. Octavio Ocampo, un surrealista sudamericano consagrado, hace verdaderas maravillas con un pincel y no por ello es menos artista o menos contemporáneo, simplemente no olvidó el elemento importante en el cuadro: decir algo más, mostrar algo más.

Muchos dirán que el nuevo arte dice cosas, muchas cosas, pero en otro lenguaje. Que ha cambiado el significado y que con la llegada de la fotografía, el arte por necesidad debía evolucionar a otro ámbito para no perecer. Lo siento, pero no comparto esta opinión. Considero que fotografía y arte no vand e la mano, aunque en su momento sí lo fueran. La magia que tiene un artista al saber pintar exactamente una cosa como si fuera una fotografía no tiene parangón, no tiene explicación más allá de la palabra: genio.

Os dejo con una pequeña representación de lo que para mí es: Arte contemporáneo.











sábado, 8 de septiembre de 2012

Hablando de cocina...

Como ya sabéis, soy una cocinillas de 1ª clase y me encanta estar entre fogones, no llevo demasiado bien que me quiten el sitio -es como si me estuvieran atacando jajaja- así que normalmente mis amigos o familiares, cuando están en mi casa, o hay alguna fiesta o algo me dejan la cocina a mí. Si me apartan de ella es como si me entrara un ataque de ansiedad, pero nada, lo soporto mejor últimamente.

Esto simplemente lo digo porque con los novios pues me pasa igual. En una pareja es muy romántico que él cocine y estas cosas, pero yo prefiero que me haga un masaje o que me prepare una sorpresa en plan fin de semana o una ducha divertida, a que me haga una cena o así. ¡La parte referente a la comida es mía!! Sí, lo sé, no estoy bien del todo jajaja pero bueno, aunque soy un poco reticente con estos temas, la verdad es que a veces uno no puede resistirse.

                                         hombres en cocina
Porque, a ver, si te parece tu novio en esta guisa en medio de la cocina y te dice: "Cariño, he preparado una ensalada para compartir". A ver... enfadarme, lo que se dice enfadarme, pues como que no me voy a enfadar. Ahora bien, es muy posible que tampoco le haga ni puñetero caso a lo que ha preparado, todo sea dicho, porque vamos... si te fijas en la comida antes que en el resto, yo si fuera el novio me preocuparía.

                                         

Segunda posibilidad: abres la puerta de la cocina y te lo encuentras con la sartén, haciendo un platito de pasta o una paella, con ese delantal y esa sonrisa. ¿Qué vas a hacer? ¿Reñirle? Si es que lo único que te apetece es arrancarle el delantal... ¿o no? Vamos, no me seas mentirosas que nos conocemos. En serio... hay momentos en la vida en que da igual lo que se supone que hay que hacer o lo que pensabas qué harías, yo tengo muy claro que acabaría haciendo en esta situación. Y no es poner a explicarle a mi novio como se flamea algo o cómo se hace para que quede crujiente el sofrito.

                                                           

Y tercero. Si su señoría te sorprende así, mientras remueve con unas barillas lo que podría ser perfectamente la masa de un bizcocho. Sinceramente... ¿alguien está pensando en respostería ahora mismo? Como no sea en el chocolate que se le podría echar por encima para comérselo a bocados, no se yo en qué cabeza cabe que te pase por la cabeza la comida teniendo semejante visión encima. Pues eso... ¿Qué se debe hacer en estos casos? Dejar sutilmente el bizcocho para luego, y darle un mejor uso a esas manos...

Sinceramente... sólo os quería traer una entrada graciosa, sobre mi aprensión a dejar que los hombres invadan mi espacio personal en la cocina, y como cualquiera de ellos podría infringirlo sin resultar herido grave. A veces hay que tomarse la vida con alegría, y la verdad, no mintamos... a cualquiera nos encantaría encontrarnos una situación así.

Gracias por leerme!

Mis sueños

Supongo que con 20 años ya es hora de que uno tenga claro que quiere hacer más o menos con su vida, al menos tener un poco de idea. Yo la verdad, creo que después de mucho tiempo, mucho pensar, y muchas cavilaciones, he llegado a la conclusión de que sé exactamente para qué he nacido.

Digamos que hay un par de cosas que son para mí, y de alguna manera están muy relacionadas, cosa que se agradece y que hace que puedan ser complementarias, sin tener que prescindir de ninguna. Ante todo, debo decir que soy una persona bastante perfeccionista y activa, aunque algunos crean que no, y cuando quiero una cosa normalmente no paro hasta conseguirla. En el colegio casi todas las materias se me daban bien y no tenía claro hacia que lado decantarme, hasta que me inspiré y me decidí por la escritura. La verdad es que desde entonces el papel y yo nos llevamos de maravilla, y no puedo estar muchos días sin escribir algo, es como el aire que respiro, forma parte de mí.

Esta pasión por escribir la he ido modelando con el tiempo y lo que en un principio era sólo como un hobby y un sueño, lo he planteado como una profesión: el periodismo. La verdad es que tengo que reconocer que hay muchas cosas que no me gustan, pero la verdad es que la gente no se imagina lo feliz que soy cuando me dan unas horas y un papel en blanco para que cree. Disfruto más con las novelas, escritos y líneas de sentimientos; pero el periodismo está calando hondo en mí. De entre todo el posible quiero quedarme con el periodismo deportivo y cultural, y parece que soy buena en ello, así que tiraremos adelante.

Pero escribir no es lo único que me hace feliz, y con únicamente esta faceta de mí me siento poco realizada y muy vacía. ¿Qué lo complementa? Mi pasión por la cocina y las creaciones artísticas. Creo que de alguna manera, lo único para lo que sirvo y de verdad me apasiona es para crear. Ya sea un pastel, una carta, un regalo hecho a mano o un libro. Tengo alma de 'artista' y no en el sentido de ser buena, sino sencillamente como interés personal.

Me siento tan realizada cuando hago un regalo a mano y queda bien, con esa sonrisa en la cara de la persona que quieres cuando lo abre... y los pasteles, las galletas, las cenas. Esas pequeñas frases de 'está todo buenísimo!" te alegran el día. Todo el duro trabajo que has tenido que hacer, ha valido la pena sólo por verles sonreír con lo que tú has hecho. Creo que es eso lo que realmente me hace sentirme tan bien conmigo misma, el hacer algo que hace sonreír a los demás, algo que aunque sea minímamente les gusta, les aporta alguna cosa. Es como un veneno, a su vez, porque cada vez quieres más, y más, y parece que ya nunca tienes bastante. Carlos Ruiz Zafón lo explica muy bien al inicio del Juego del Ángel. Cuando un escritor vende sus primeras líneas por cuatro duros y siente en su piel esa pequeña frase de 'eres bueno', se vuelve adicto. La droga ha empezado a correr por sus venas y ya no tiene cura, nunca se cansará, andará siempre ansioso buscando más, queriendo más reconocimiento, más fama, más gratitud...

Mis manos es el lugar dónde reside mi único talento: crear algo. Ya sea escribir o cocinar, o hacer un sobre, o una carta, o quizá una pulsera de hilo, o una caja de galletas decorada; o un diario con fotografías de toda nuestra amistad y lo que significó para mí. Soy una sentimental, lo sé, pero es lo que realmente me hace feliz. No podía trabajar de otra cosa, no creo que lo consiguiera. Necesito este vínculo que existe entre el autor y el espectador, necesito ese punto de interacción con los demás, con las críticas, con el trabajo, con la duda a la reacción, con el miedo a cagarla... es duro, y a veces lo paso mal, no consigo lo que quiero, no me aclaro, pero cuando las cosas funcionan es cuando realmente me siento completa.

Mi vida, no puede girar en torno a una jornada de 8 horas sentada en una oficina haciendo un trabajo mecánico. No puedo ser dependienta o ejecutiva, porque acabaré amargada. Necesito el estrés de los que se pasan el día pensando, creando, escribiendo... necesito ese sufrimiento al tener que acabar las cosas en un tiempo pactado; los malos ratos al no aparecer ideas; las contradicciones y la duda ante lo que vas a decir o hacer; las peripecias de la creación; los posibles fallos... es una vida dura, pero es la que quiero, es el fin que tengo que ponerme. No puedo negar lo que soy y lo que quiero ser.


No hay Neus más allá de dónde llega mi imaginación, mis sueños, mi mundo interior. Necesito sentir que he aportado algo a la sociedad, al mundo, a la historia. Quiero pasarme mil horas cocinando, y pensando en los recipientes que usar para la presentación, y como acabarlo, y los manteles, el diseño de la vajilla... y quiero hacer pasteles y repostería, y diseñar las cajas, y el logo, y montar una tienda con cosas, hacer trabajos para bodas o bautizos, o despedidas de soltera. Quiero cubrir partidos de domingo, y Champions, y estar en directo en Roland Garros sufriendo al ver un partido igualado, o en las carreras contando cuantas vueltas faltan para terminar el Gran Premio y quién será campeón. Me encantaría explicar historia con mis palabras, hallazgos arqueológicos, mitología aplicada, psicología... y sobretodo quiero emocionar a alguien con alguna de mis historias, conseguir que al menos una persona, sienta algo más cuando lea mis líneas. Y sé que para todo esto, lo único que cuenta es el esfuerzo, no desfallecer, luchar por ello. Sé que me va a costar un mundo y que no será fácil, que habrá mil baches por el camino y que los sueños a veces no se cumplen, pero... no puedo tirar la toalla. Sé que he nacido para esto y tengo que luchar por mi sueño, tengo que vivir para ello y conseguirlo, porque quiero ser feliz. Y sé que sólo así, seré feliz.

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