lunes, 20 de diciembre de 2010

El cruce de miradas rompió mi mundo. Esos ojos miraron mucho más adentro de lo que yo hubiera querido, tan adentro que me asusté. Sabía que él tendría muchas preguntas, muchísimas y me daban miedo las respuestas. Por un lado sabía que debía decirlas, que debía contestarlas, eso me haría bien, me reconfortaría contarle mi verdadero yo, mi verdadera historia. Por otro, en cambio, me daba un miedo atroz, abrirme así a alguien era apostar demasiado, si la jugada iba mal me arriesgaba a quedar totalmente expuesta y a llorar, de nuevo. Él igualmente insistía, con esa mirada dulce y cálida, con besos en mis mejillas, abrazos y mucha ternura. Me ablandaba, me cuidaba como nunca antes me había cuidado y no pude resistirlo, lloré, lloré como hacía mucho tiempo que no lloraba. Él preguntó: "¿Qué ocurre mi vida?" Y no hizo falta nada más, no pude esperar más, me lancé a la piscina sin saber si había agua y respondí todo aquello que quiso saber sobre mí, absolutamente todo. Tenía miedo, ya no sólo porque era la primera vez que me sinceraba de esa manera, sino por el hecho de que alguna de aquellas confesiones le hiciera replantearse nuestra relación, pero no pasó nada de eso. Él me dejó hablar tranquilamente, dándome un beso en la frente de vez en cuando o acariciando mi hombro, para relajarme. Y sólo cuando acabé, con todas mis mejillas mojadas por las lágrimas, el habló. No importan las palabras, no recuerdo exactamente cuáles fueron, sólo sé que nunca jamás me sentí tan bien, sólo sé que me hizo sentir la mujer más afortunada del planeta y me abrazó con mucho cariño, diciéndome al oído "Yo no soy tu padre, ni cualquier otro, soy yo y lo haré lo mejor que pueda, jamás te haré daño, te quiero, eres lo mejor que me ha pasado en la vida". Y no hizo falta nada más, absolutamente nada, ¿qué mas podía pedir? Me quería, a mí, yo por una vez era lo más importante, la única, nada podría ir mejor.

No hay comentarios:

SOBRE EL CONTENIDO

No se permite la reproducción total o parcial y en ningún soporte y para fines comerciales, de ninguno de los textos de esta página, sin que medie la autorización del autor. Los textos de esta página son para uso personal de su autor, y en caso de que terceros los utilizaran total o parcialmente en cualquier publicación venal (bien virtual o por cualquier otro medio presente o futuro) se citará siempre la autoría y la fuente original, creando si fuere posible, un vínculo a la misma.Todo el contenido literario de este blog, salvo indicación expresa que se haga, es propiedad de Neus Cámara Gutiérrez.2009.