
Por suerte o desgracia es exactamente así, por ello muchas veces hemos de medir nuestras palabras antes de pronunciarlas, porque una vez dichas ya no habrá vuelta atrás. Podrás pedir perdón y pasar página, pero nunca desaparecerá esa herida... créeme, lo digo por experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario