sábado, 9 de abril de 2011

Soy el numero cuatro II

En relación a algo peculiar e interesante de la película. En una de las escenas, Henry, el guardián del nº 4, le explica al protagonista que ellos sólo se enamoran una vez en la vida y para siempre, y que además: nunca olvidan. Se nota cierta tensión en sus palabras, muy posiblemente porque él dejó en ese planeta destruido a la persona a quien amó y no puede olvidarla. Sin duda es de lo más significativo y bonito de la película.

Ahora, trasladado, a la vida real terrestre: creo que tiene mucha razón y es totalmente extrapola-ble. El ser humano ama por naturaleza, quiere y se nutre de los seres que le rodean y le son más cercanos, y sin ellos no avanza, no vive. Pero amar, en el concepto de querer a una pareja en el sentido más completo que existe, yo creo que también lo hacemos para siempre y sólo una vez. Supongo que hay mil opiniones, pero sinceramente creo que el ser humano no ama nunca de la misma manera. Y si bien a lo largo de la vida muchas personas aman a más de una pareja, una de ellas siempre será por encima de las otras, más importante, impactante, cercana, complementaria... como quieras decirlo. Sólo hay una media naranja, un príncipe azul o un cuento de hadas, sólo sentimos lo especial en su término máximo una vez, y no todos. Pues hay gente que nunca llega a amar de la manera más pura y completa que existe. Y claro, obviamente, hablo desde fuera, como romántica e idealista. Pero creo que tengo cierta razón. Suponiendo que en nuestra vida tengamos a tres parejas... la primera podría ser la impactante, que nos ha dado las primeras experiencias en todos los ámbitos, con la que compartimos juventud, locuras... la segunda un amor de los de compañerismo, con el que crear una familia, un padre para tus hijos... y ya en la vejez, el compañero ideal para envejecer y morir. puede que eso sea una persona, 2 o 3, o 5... pero pienso que sólo conseguimos conectar cada minúsculo milímetro de nuestro corazón y nuestra alma a un ser humano, y que una vez esa persona se va, amamos a otros, pero nunca igual. Siempre hay uno con el que sentimos más y para siempre, aunque duela, aunque se acabe... pero sabemos que fue él, y que nadie puede compararse a lo que sentías cuando estabais juntos, cuando sonreía, cuando te tocaba... o quizá e que soy una niñata romántica y en el fondo de mi ser desearía que esto fuera real.

Perdonad mi idealismo utópico-romántico, pero... soy así =)

1 comentario:

Guelde dijo...

Jajajaja! Pues me temo que yo soy un poco como tú entonces... También espero que idílicamente haya alguien que me complemente de forma exacta (cosa que a menudo se convierte en un problema).
En cuanto a lo de las parejas a lo largo de la vida, pienso que no hay necesidad (aunque realmente posibilidad) de encasillar. En definitiva, todas y cada una nos aportarán algo y si me lo permites, siempre primeras veces. Como bien dices, con cada una es distinto, se sienten cosas diferentes por una persona que por otra.
Por último: ¡no puedo concebir el amor en un escenario no ideal utópico-romántico! =)

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