miércoles, 18 de agosto de 2010

Lágrimas

Estoy llorando, para variar. Casi ya es una costumbre derramar lágrimas en silencio. Pero por primera vez en mucho tiempo es verdadera pena, es dolor.

La vida me ha robado una de las cosas que mas he querido, una de las cosas que no deberían quitarse nunca. El amor de un padre. Y lo peor es que el mío no ha muerto, ni nada parecido. Sencillamente se ha dedicado todos estos años a hacerme daño y darme motivos para acabar odiándole. No sabéis lo duro que es tener un padre y no sentir amor hacia él, no sabéis lo duro que es tener que asimilar que te da asco tenerlo cerca, que odias que te abrace. No soportas verle, ni hablarle. Te sientes sucia si estás con él y tienes que hacer el papel, porque todo el mundo se pasa los días diciéndote que es "tu padre" y te sientes asqueada con todos por decirlo, por hacerte tanto daño con esas malditas palabras. Y contigo misma, como no, por no ser capaz de perdonar ni de olvidar. Ya no hay marcha atrás y eso te destroza.

Ya no recuerdo los buenos momentos, porque ha habido tantos malos que cualquier cosa en la que él tenga que ver... me hace daño. Yo no puedo soñar con un futuro a su lado, no puedo permitirme ese sueño. No habrá padre que presentar a mi pareja, y si por un casual decidiera casarme él no estará para llevarme hasta el altar. No tendré un abuelo para mis nietos, ni una figura masculina a la que acudir cuando me rompan el corazón. No tengo padre, no tengo la suerte de contar con alguien que me quiera de esa manera incondicionalmente, de verdad... él ha roto mi corazón en pedazos, ha roto mi alma. Me duele el sólo hecho de pensar en él.

Me veo pequeña, en mi plaza, con mis amigos... y recuerdo mi sonrisa, porque él estaba cerca, porque venía a buscarme y jugaba con nosotros. Y ahora no queda nada... sólo polvo y recuerdos, ya nada es igual. No me sirven sus disculpas, ni sus palabras... no le quiero, no soporto tenerle cerca. Puede que sea mi padre biológicamente hablando... pero se ha ganado a pulso perder el título de padre, nadie me ha hecho nunca tanto daño. Y no puedo más...

Estoy cansada de llorar. Me duele, muchísimo. Creo que muy poca gente es consciente de lo muchísimo que me duele todo esto, y de lo rota que estoy. ¿Sabes? Quizá es por eso que tengo tanto miedo de los chicos... quizá por eso me cuesta tanto. En el fondo tengo miedo de que hagan como mi padre, que rompan mi corazón en pedazos y me dejen en un profundo dolor, sin luz. Tengo miedo de volver a repetir la historia... pues, si mi padre, que debería haber sido la única figura que me diera amor incondicional, me consolara y cuidara, ha sido el que más daño me ha hecho... ¿qué puedo esperar de los demás?

Tengo mucho miedo... y muchas ganas de llorar.

No hay comentarios:

SOBRE EL CONTENIDO

No se permite la reproducción total o parcial y en ningún soporte y para fines comerciales, de ninguno de los textos de esta página, sin que medie la autorización del autor. Los textos de esta página son para uso personal de su autor, y en caso de que terceros los utilizaran total o parcialmente en cualquier publicación venal (bien virtual o por cualquier otro medio presente o futuro) se citará siempre la autoría y la fuente original, creando si fuere posible, un vínculo a la misma.Todo el contenido literario de este blog, salvo indicación expresa que se haga, es propiedad de Neus Cámara Gutiérrez.2009.