Sea como fuere, me comparo, y pienso... y me preocupo, claro que sí, no soy de piedra. Les veo, miro sus ojos, nuestras risas, esos pedazo de momentos... y empiezo a pensar en cómo sería si, en cuándo... y sólo se me vienen palabras a la cabeza, palabras que sólo significan una cosa: NUNCA SERÁ PARA TI. No valgo lo suficiente, no soy suficiente. Y al pensarlo en frío me siento mal, tampoco soy tan horrible, tampoco valgo tan poco... pero igualmente, no me consuela, no me convenzo. ¿Realmente importa tanto mi personalidad, mi manera de ser o mis gustos como para contrarrestar mi físico? ¿Realmente alguien cómo él, con esos ojos y esa cara, ese carácter, ese carisma va a ver más allá de mi kg? ¿Será posible? La verdad... no sé qué pensar. Por una parte me siento fatal al pensar así, me hago esclava de mi propia sociedad, a la que odio. Pero por otra parte tengo la sensación de que si no pienso así, es como si me estuviera mintiendo, como si fuera una cría de 5 años que creyera en príncipes y cuentos de hadas. Esto es la realidad, y en la realidad las cosas son así, nada es de color de rosa.
No sé... a veces pienso que valgo lo suficiente mucho más allá de mi físico, otros en cambio pienso que por muy buena que sea en todo, nunca nadie mirará más allá de lo que represento, que nadie va a fijarse en lo bueno que puedo tener o demostrar, porque nadie compraría un juguete roto por muy bien que funcionase. Nadie se quedará con la hermanastra fea de la Cenicienta por muy amable que fuera... ¿o si?
A veces soy demasiado complicada, otras... simplemente complicada.
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