
Tom Cruise. Ken Watanabe.
Acción. Historia. Drama.
La he visto 3 veces, la última en esta semana, y vale dedicarle una entrada. Explica mucho más de lo que puede parecer, y tiene comparaciones con mil y una situaciones históricas y personales.
Hay historias paralelas, argumento principal y algunos secundarios, y a su vez, quizá una moraleja o enseñanza en su interior. Para mí, es la historia de uno entre tantos que no tiene lugar, ni vida a la que volver. Es la historia de un viaje hacia un país que no conoce y que no le interesa, dónde le ofrecen un trabajo bien pagado. No importa con quién luche o porqué, simplemente es una cifra interesante. Con el tiempo, todo madura. No juzga, conoce y vive, aprende, y finalmente: entiende. Una cultura ancestral y muy interesante. Un pueblo oprimido. Un poder incapaz de ver y ávido de dinero, en lugar de interesado en progresar y mejorar. Una batalla que no pueden ganar, pero a su vez un sentimiento mucho más fuerte y mucho más noble de lo que muchos podrán ni tan sólo soñar en su vida. Honor. Amor. Fuerza. Finalmente, un paso hacia adelante, pero demasiado tarde como para salvar la vida de aquellos que la dieron por una causa justa y noble: su tradición y su patria.
Es una de mis películas. Es el pueblo japonés enfrentado, por un lado los ancestrales samurais, conocedores de todas las técnicas de defensa y ataque, dignos sucesores del pensamiento espartano, invencibles en el cuerpo a cuerpo, pacientes, inteligentes, hombres de honor. Y por el otro japoneses disfrazados de americanos, armados con armas que no conocen y no saben usar, pero que "ganan" exclusivamente porque son de fuego, y no necesitan luchar en el cuerpo a cuerpo (dónde no tienen ninguna posibilidad). Una guerra que no pueden ganar, una historia que no debería haber pasado y que por desgracia, ha sucedido demasiadas veces.
En honor a esa historia.
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