Adiós. Me gustaría decirle adiós a muchas cosas y a algunas personas. Me gustaría decirle Adiós para siempre a mis miedos, a mis comidas de coco y a todos los momentos malos que he pasado. Me gustaría decirle Adiós a las palabras que tengo grabadas de mi padre en mi cabeza y también a él, porque se lo merece, por mucho que sea mi padre. Adiós a todos esos cánones de belleza que me excluyen de tantas cosas, que me condicionan a cada paso que doy. Adiós a las lágrimas que derramé por todos aquellos que no las merecían. Adiós a quiénes me han hecho tanto daño, a los que no se pararon un segundo para preguntar cómo estaba o si me había molestado. Adiós a los momentos que nunca quise vivir y aquello que hice y después me arrepentí.
Igualmente... no querría decirle nunca adiós a todas las personas a las que quiero, en especial a mi madre y a mi tío Manolo, que está tan tocado. No decir adiós a mis sueños, a mis sonrisas y a todos los buenísimos momentos que pasé con los que quiero. No quisiera decirle adiós a mucha gente que ha desaparecido de mi vida sin pedir permiso, sin preguntar si yo los necesitaba a mi lado. No decir adiós a todo aquello que perdí por mi incompetencia, por no saber actuar o por mala suerte. Adioses que nunca se dijeron pero que son palpables, cosas que faltan y que se echan tanto de menos...
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