Otra vez, no cesa.
¿Por qué? ¿Qué hice?
No importa, ¿verdad?
Sea lo que sea gritarás,
romperás mi corazón.
Sólo soy un objeto,
de tu abultada colección.
Deja ya la farsa,
todos somos conscientes.
Esto no te importa,
ni tan siquiera lo sientes.
Sólo son palabras, dijiste.
Palabras en el viento.
No significan nada,
explosiones del momento.
¡Como pudiste! Pensaba.
Luego lo comprendí.
No te importaba nada,
si me veías sufrir.
Lágrimas que caen ahora,
mejillas abajo sin cesar.
Lágrimas que como el hielo
frías y duras están.
Duele, dios mío, duele,
duele como nunca dolió.
Entendí cuál fue la historia
y mi alma se partió.
Corre al bosque, cae, reposa.
Quizá el alma descanse aquí.
Mas sabes que incluso dormida,
no podrás poner un FIN.
Sus palabras hacen eco,
se repiten sin parar,
y por mucho que las callo,
nunca dejan de sonar.
Sólo su amor deseaba,
era cuánto quise siempre.
Mas por mucho esfuerzo y ganas,
nunca fui lo suficiente.
Adiós, grito hoy: adiós!
Espero que con los años,
tu también seas sólo viento.
Y con cariño y amores,
ponga un FIN a este tormento.
Dedicado al padre que me robó con sus palabras mi FELICIDAD.
1 comentario:
m'ha agradat molt el poema, té molta força. Tens un blog xulisim, avera si no m'apalanco tant i començo a portar el meu en serio tb ;) (es la mandra de passar a lordinador lo k escric en paper....)
anire seguint el k escrius, esta d conya!
Alex
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