5 folios (2)

Folio 2

Aquella noche fue la primera, la primera de muchas. Tú brillabas entre todas aquellas chicas, eras completamente diferente a ellas. Me embrujaste con esa seguridad y esas miradas, esos besos, esas caricias… pero para ti, era una más. Un nombre más en esa larga lista. ¿Cierto?
- ¿Cuándo volveré a verte? –Me vestía mientras me mirabas fumándote un cigarrillo, estirada en la cama-. ¿Mañana tienes planes?
- La diferencia entre nosotras es que yo nunca tengo planes, soy libre. Quizá volvemos a vernos, quizá no –dijiste riendo-. Ha estado bien.
Desapareciste, de repente. Entraste de la misma manera. Llegabas, me arrebatabas el corazón, y te desvanecías. ¿Importaba lo más mínimo eso? Ciertamente, no. Libre, eras completamente libre, y eso te hacía especial. Una de las virtudes que te hacía deseable, era lo que más odiaba. Pude ver des del primer momento que no podría alcanzarte, que tú nunca te enjaularías en la relación que yo necesitaba. No era amor lo que buscabas.
Olvidarte. Olvidarte fue mi prioridad durante días, semanas. Claudia me repetía que nunca serías lo que yo necesitaba. Absurdo. Todo parecía absurdo. Te quería. Me había enamorado de ti. Sólo podía pensar en eso. Te quería. Lejos de mí y totalmente libre, pero te quería. Quería verte. Tocarte. Besarte. No eras para mí, pero, ¿y qué? Eso no implicaba que mi corazón no pudiera necesitar sentirte cerca. Valle, se rompió todo cuando entraste en mi vida. Dime qué hago. Qué hago ahora que no te tengo.
- Claudia no puedes entenderlo. Esto no es racional, ¿de acuerdo? Sé que no me quiere, que no piensa en mí, que no me necesita. Pero yo a ella sí la necesito. Sé que no va a funcionar. Sé que es una tontería. Pero me he enamorado.
- Nunca conseguirás meter a Valle en una jaula.
- No quiero enjaularla.
- Para ella, el amor es una jaula que está vetada.
- Sólo quiero tenerla cerca.
- Será mejor que no te hagas demasiadas ilusiones.