sesenta segundos

60 segundos para decirte qué paso, qué sentí, cómo fue, quién habló, dónde fui... 60 segundos dónde recoger tantas cosas... que no puede expresar ni una milésima parte de lo que significó. 60 segundos... 1,2,3,4... empieza a contar, un minuto, sólo un minuto, segundo tras segundo, momento tras momento, y escucha, piensa, mira, siente... y verás, estarás aquí, otra vez, en ese instante, único.
60 segundos que nunca deberían haber acabado, sesenta segundos eternos, mágicos... sesenta segundos que fueron más que una vida, cincuenta y nueve fugaces momentos de felicidad contagiosa producidos por el roce de tus labios en mi piel. cincuenta y nueve ráfagas de placer creadas por las yemas de tus dedos en mi cuerpo, cincuenta y nueve segundos de suspiros y caricias de dos cuerpos que fueron uno sólo... cincuenta y nueve segundos de un beso que significó una vida, de un amor que fue sólo posible durante cincuenta y nueve segundos, pero que al segundo sesenta había producido mas gozo y felicidad de la que muchas parejas intentan conseguir durante toda una vida. cincuenta y nueve segundos en los que fuiste mío, sólo mío, para mí. tus ojos, tu boca, tu piel, tu pelo... todo mío. cincuenta y nueve segundos de algo mágico que siempre quise y que nunca tendré, sólo quedará ese recuerdo, ese minuto, ese segundo 60 en el que creí morir de felicidad en tus brazos mientras tus labios se separaban, húmedos, cálidos y tiernos, de los míos, ese segundo sesenta cuando tu mano dejó de acariciar mi pelo, pasando suavemente por mi mejilla y mi cuello, ese segundo sesenta en que acabaste de recorrer toda mi espalda y retiraste tu mano de mi piel, ese segundo sesenta en que nuestras miradas se encontraron, llenas de pasión, fuego, ternura y deseo, placer, felicidad, amor... ese segundo sesenta en que estabas tan cerca de mi, pero ya tan lejos... ese segundo sesenta que fue el fin, el adiós, el hasta nunca... ese segundo sesenta en que te desvaneciste para no volver, ese segundo sesenta en que mientras ambos sabíamos que todo había acabado y que un abismo se abría entre nosotros, tú dijiste TE QUIERO susurrando sin apartar la vista, a la vez que empezabas a alejarte, ese segundo sesenta en que supe que nunca más volvería a verte, que nunca más estarías a mi lado, en que había sido sólo un minuto de gloria de algo que pasaría a ser un recuerdo fugaz que acabaría sin remedio en el olvido, en algo que no pudo ser... pero, no me arrepiento, viviría otra vez 1000000000 veces para poder seguir pasando esos sesenta segundos contigo, haría cualquier cosa por esos ínfimos sesenta segundos que significaron un mundo, una vida, una historia sin comparación... no me arrepiento de nada, pero sobretodo, no me arrepiento de esos sesenta segundos en los que supe que era exactamente: SER AMADA COMPLETAMENTE...

y ahora... después de tantos segundos, días, horas... creo verte, a lo lejos, mirándome con esos ojos tiernos y ardientes a la vez, creo ver tus labios susurrando mi nombre, tu figura... pero no es posible, nuestra historia fue de sesenta segundos, no puedes estar aquí, no puede ser posible, tú... tapas mi boca con tus dedos y sonríes, te acercas sigilosamente posando tus manos en mi cuerpo, acaricias mi pelo, mis mejillas, mi espalda, mis labios... sabes que estoy a tu merced, escuchas cada suspiro, cada latido de mi corazón, estoy nerviosa, muy nerviosa, porque estás aquí, porque eres tú, porque no es un sueño... y tu también lo estás, lo noto en como me miras, pero a la vez estamos tan deseosos de tocarnos, de mirarnos.. nuestros labios necesitan de otros labios para seguir respirando, y lo sabes, el beso no puede tardar, ambos lo necesitamos, ardemos por dentro por ese beso... estoy sintiendo tantas cosas, como tú, si esto es el cielo quiero quedarme aquí por siempre... y entonces susurras en mi oído, conteniendo tus ganas de besar mis labios y poseerme en ese mismo lugar, en plena calle:
- Y si nos damos sesenta segundos que duren toda una vida?
Sonrío, tiemblo, se me caen las lágrimas, me abrazo a ti, te huelo, te siento, te acaricio la cara, el pelo, me tocas, sonríes, me secas las lágrimas, me besas la frente, suspiras nervioso..
- Empieza a contar -te digo- pero no pares nunca... quiero esos sesenta segundos eternos para siempre..
Y se acercan tus labios, suspiramos, cierras los ojos, cierro los míos, siento tu aliento y el primer roce húmedo, el beso, nuestro beso, tus caricias, tus manos, tu cuerpo fuerte apretándose al mío, nuestra ansia, nuestro deseo... caemos en el espiral de algo que escapa a las palabras durante esos sesenta segundos... lo mejor, es que ahora nunca llegará el segundo sesenta y uno.

TE QUIERO.