domingo, 14 de marzo de 2010

Te quiero.

Somos muy diferentes, ¿verdad? En pensamiento, en edad, en preferencias, en gustos, en amigos, en ambiente, en futuro... Estás totalmente seguro de que en más de la mitad de las cosas se nos podría poner la etiqueta de contrarios, ¿no es cierto? Nada que fuese "nuestro" funcionaría porque vemos la vida desde lados opuestos de la mesa que no pueden confluir.
La verdad, creo que no tienes mucha idea de cómo soy o de cómo eres. No te has dado la oportunidad de conocerme, y por desgracia, tampoco te la has dado a ti mismo para conocerte a ti. Tienes una idea superficial de la vida y de nuestra relación, te quedas con las primeras impresiones, con lo que dicen, con lo que ves, con lo que escuchas... pero no miras, no preguntas, no sientes... no vives conmigo, ni me entiendes. Tampoco lo intentas, y lo peor, tampoco quieres. Te basta con justificarte por esta diferencia tan enorme que existe entre nosotros, te excusas apoyado por un entorno que cree al igual que tú que somos opuestos e irreconciliables y que no debes perder el tiempo conmigo. Absurdo, irónico y falso.
¿Contrarios? ¿Opuestos? ¿Absolutamente diferentes? Mírame a los ojos, aunque sólo sea una vez, toma mi mano, acaricia mi pelo, devuélveme una sonrisa... ¿qué te hace pensar que somos tan diferentes, tan lejanos? ¿Acaso no soy una persona, como tú? Tengo un cuerpo, unos pensamientos, unas ideas, unos ideales, una familia, un pasado, un futuro, unos defectos, unas virtudes... y un corazón, igual que tú. Porque nunca te diste cuenta de eso...
Dijiste contrarios, opuestos... pero nunca te paraste a preguntar, nunca quisiste saber, no miraste más allá del umbral de tus ojos, fuiste una vez más: demasiado superficial.
¿Acaso tu no buscas una persona con la que compartir toda tu vida? Una persona que al despertar te mire y se sienta afortunada, que te haga sonreír sólo con una mirada, que quiera levantarse todos los días a tu lado, que te entienda, que te escuche siempre y que te diga lo que necesitas oír y lo que tienes que oír. Una persona que te respete, que te cuide, que te valore y que te haga sentir completo, feliz, vivo. Alguien con quien compartir penas, alegrías, broncas, discusiones, problemas, chistes... alguien con quien ser uno solo. Una persona que te mire y te ponga la carne de gallina, que con sentir cerca su aliento se erice tu piel, que al acercar vuestros labios y sentirle a milímetros desearías parar ese momento, y besarle eternamente hasta que se acabara el universo. Una persona que vea en ti todo lo que eres, más allá de un cuerpo, un cerebro o un corazón, que sea capaz de verte, tal cual, de conocerte y saber qué necesitas, de saber que piensas o que sientes sin necesidad de escuchar una sola palabra de tus labios. Alguien que sepa quererte y que quiera quererte a todas horas, que sepa pedir perdón, que sepa aceptar una disculpa, que de abrazos sin pedirlos, que confíe en ti, que te cuente lo que piensa, lo que siente, que no se calle las dudas o los problemas. Una persona que te desee a cada hora, a cada momento, que quiera poseerte en cualquier lugar y en cualquier día, que conozca tu cuerpo milímetro a milímetro y que forme parte de tu piel. Una persona divertida, cariñosa, irónica, con carácter, familiar, un poco posesivo, inteligente, atrevido y sobretodo HUMANO. Alguien que te haga sentir con una mirada, con un beso, con una caricia... alguien con quien compartir toda una vida, con quien formar una familia, una historia. Alguien a quien querer más que a nada en este mundo, alguien que te haga sentir tan lleno que por mucho que hagas o sientas, nunca crees estar a la altura, porque es lo más grande que te ha pasado en esta vida. Alguien que signifique el mundo y para quien significar lo mismo, alguien dispuesto a darlo todo por ti y a gritarle a todos cuanto te ama. Alguien que se sienta orgulloso de quien es y de quien eres, de lo que tiene, lo que ha conseguido y el futuro que os brinda el destino. Alguien a quien susurrar cada día un te quiero en el oído mientras besas sus labios una vez más, alguien con quien soñar toda la vida y que ningún sueño sea mejor que la realidad presente. Alguien a quien llamar cariño, amor y pareja. Un padre, compañero, amigo, ayudante, juez y amante a quien amar en este viaje y con quien querer partir hacia otro destino, alguien que una vez fuera de tu vida... deje tal hueco, que no valga la pena seguir viviendo sin él. Alguien que con el mero hecho de existir te haga feliz. Alguien dispuesto a ser y a dar lo que tu eres y das.
¿Acaso no era eso lo que buscas? ¿Somos tan diferentes? Quizá es que nunca miraste ahí dónde tenías que mirar, ni fuiste más allá del camino marcado...

¿Soy idealista... o idiota?

Supongo que es imposible, pero querría un amor así.

No hay comentarios:

SOBRE EL CONTENIDO

No se permite la reproducción total o parcial y en ningún soporte y para fines comerciales, de ninguno de los textos de esta página, sin que medie la autorización del autor. Los textos de esta página son para uso personal de su autor, y en caso de que terceros los utilizaran total o parcialmente en cualquier publicación venal (bien virtual o por cualquier otro medio presente o futuro) se citará siempre la autoría y la fuente original, creando si fuere posible, un vínculo a la misma.Todo el contenido literario de este blog, salvo indicación expresa que se haga, es propiedad de Neus Cámara Gutiérrez.2009.